miércoles, 29 de julio de 2009

Ignacio del Valle: el tamaño del miedo

Ignacio del Valle


Lleva dos años y nueve meses en la cárcel. Habita una celda de tres metros por dos, en el modulo 3 del penal de alta seguridad del Altiplano. Purga una condena de 112 años y seis meses de prisión. Se llama Ignacio del Valle.
En su morada no hay noche ni día. La luz esta encendida siempre. A veces disfruta de 35 min. de sol diarios. Le revisan la correspondencia y los mensajes que le llegan. Lo someten a revisiones humillantes. Por su crujía se pasean 10 o 15 vigilantes encapuchandos con perros. Le quitan sus escritos y los rompen. No sabe lo que sucede afuera. Puede hablar por teléfono 10min. A tarifas altísimas. A menudo, los guardias reducen ese tiempo a solo 7 u 8 minutos. Cuando sus parientes lo visitan, los custodios se prodigan en los malos tratos. Su hermano y su padre murieron estando en prision.
NUNCA A ROBADO NI MATADO A NADIE. No consume drogas ni las vende. No extorsiono a ninguna persona. Es un hombre honesto. Es un luchador social que defiende las tierras de su pueblo. No es delincuente. Sin embargo, comparte prisión con los más peligrosos del país: asesinos, narcotraficantes y secuestradores. Esta acusado de delitos de secuestro, ataques a las vías generales de comunicación y secuestro equiparado. Fue detenido sin orden de aprehensión en una casa de la ciudad de texcoco, estado de mexico, a varios kilómetros de distancia de su hogar, en san salvador atenco. SU VERDADERO DELITO fue protestar para defender a su pueblo; no rendirse. Ignacio del Valle es campesino, serigrafista, carnicero y padre de familia. Durante años fue obrero en la zona industrial de ecatepec. Laboro en empresas como Guabos y Fertilizantes. El trabajo era duro y la paga escasa. En 1981 fue promtor de educación física en la zona de Ixtapaluca.
hasta su detención, sembró una pequeña parcela de una hectárea de riego en su pueblo natal, san salvador atenco. De ella sacaba maíz, fríjol, calabaza, y hortalizas. A pedido cocinaba barbacoa de borrego, res, puerco y pollo. Monto en su pueblo un taller de serigrafía, donde estampaba bermudas. Le iba bien cuando no tenía competencia pero cuando comenzó a entrar el bordado el trabajo escaseo.
Ignacio naco el 31 de julio de 1953 en el seno de una familia como la que le formo después. Su padre era campesino y carnicero tuvo 6 hermanas y un hermano. Con muchos sacrificios, sus padres lograron dar una educación a todos: Una es normalista, otra doctora; una, modista: la otra secretaria. El estudio sociología en la UNAM, pero no puedo terminar la carrera.
Convencido de la importancia de la educación, de joven, en su pueblo, junto a otros 3 o 4 amigos, se dedicado a alfabetizar a la gente de mas edad que no sabia leer ni escribir. Se trataba de que siguieran adelante. Abrieron primarias, secundarias y una preparatoria abierta querían llevar la cultura la pueblo. Formaron una biblioteca popular promoviendo el kilómetro de libros. Su gran sueño, establecer una universidad en su región, esta pendiente.
El y sus compañeros un grupo de apoyo comunitario. Ayudaban al pueblo y a su gente. Cuando algún vecino estaba muy grave y no tenía dinero lo metían al hospital. Para pagar la cuenta, juntaban 10 o 15 hombres y mujeres y donaba sangre. Ayudaban a gente que no conocían.
San salvador atenco era a finales de la década de los 60, una comunidad rural ubicada a escasos 35 kilómetros de la ciudad de mexico que sufría los embates de la urbanización salvaje. Era un municipio desprovisto de servicios, cercado por la especulación urbana. Pero era también, una localidad en la que sus habitantes a decir de Maria trinidad Ramírez, esposa de Ignacio se sentían seguros. "Uno nació allí- asegura ella- . Puede caminar por donde sea sin causar problemas o que no los causen. Somos LIBRES. ES NUESTRO TERRITORIO. SABEMOS LO UE NOS CORRESPONDE. LO QUERENMOS Y LO CONOCEMOS." En atenco había unidad y respeto. Sobrevivían muchas costumbres de sus antepasado estaba vivo el amor a la tierra, la que "les da vida", y a la que se ve como un legado que ha que cuidar y traspasar a hijos y nietos. Aun que formalmente la presidencia municipal estaba en manos del PRI, la comisaría de bienes ejidales y la junta de agua potable eran controladas por los ejidatarios y el pueblo.
Como ha explicado Damián G. Camacho Guzmán, antes de que, el 2001 antes de que los pobladores de ese municipio movilizaran para defender sus tierras el decreto expropiatorio para construir el aeropuerto y formaran el frente de pueblos en defensa de la tierra habían vivido un largo proceso previo de luchas comunitarias, municipales y regionales. En ellas fundaron organizaciones como la unión social cultural de atenco, habitantes unidos de san salvador atenco, frente popular región texcoco y el frente popular del valle de mexico.
La movilización social permitió arrancar a los distintos gobiernos la solución a sus demandas más sentidas: pavimentación, canchas deportivas, hospitales, biblioteca, auditorio, agua potable. Simultáneamente se convirtió en la vía para enfrentar con éxito desigual, aumentos en los impuesto prediales, expropiación de terrenos, construcción de carreteras sobre tierras ejidales y el trasvase de sus acuíferos a l ciudad de mexico. Ignacio del Valle estuvo al frente de estas luchas. Ejerció un liderazgo genuino y desinteresado. Lejos de corromperse, se mantuvo fiel a su comunidad. Defendió las tierras de su municipio cuando unos cuantos poderosos quisieron hacer grandes negocios con ellas.
Ignacio es un artista nato. En el penal dibuja sobre papel con bolígrafo y cuando puede colorea sus obras escribe también largas cartas. En una de ellas, enviado a sus compañeros el 22 de octubre de 2008, escribió: "! DEL TAMAÑO DE NUESTRA SENTENCIA, DE ESTE MISMO ES EL MIEDO QUE NOS TIENEN!" no le falta razón: la mostrosidad de su condena es una ADVERTENCIA a todos aquellos que se atreven a decir al poder: ! NO!

Ataques de los policias en San Salvador Atenco

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